Desde que entre en Mary Kay he comprobado la alta calidad de producto, he aprendido a transmitirlo y cada día sigo aprendiendo para dar clases magistrales de cuidado de la piel y auto maquillaje. Cada día disfruto con mis clientas, pasamos ratos divertidos y resaltar su belleza natural. Además el equipo que he desarrollado hace que me sienta muy orgullosa, dar la oportunidad de crear su propio negocio a otras personas es algo que llena y ver su agradecimiento es una gran recompensa.